Durante su alocución, el intendente Domingo Amaya se quejó de la falta de autonomía municipal, producto de haber estado atado, el Departamento Ejecutivo, al Pacto Social que suscribió anualmente con la Provincia.
“Me sorprende que después de 11 años culpa a su gobernador de no darle la autonomía municipal y que ese hecho le haya impedido hacer una mejor gestión. Me parece que es un poco tarde. Le tomó 11 años darse cuenta. Nunca estuvo obligado a adherirse al Pacto Social. Pero le sirvió ser parte del gobierno alperovichista y ahora lo crítica. Me hace acordar a (Sergio) Massa y (Daniel) Scioli a nivel nacional. Son más de lo mismo y se quieren hacer los diferentes”, fustigó el concejal macrista Roberto Ávila.
Desde la Coalición Cívica también cuestionaron las palabras del intendente. “Lamento que su presencia este año se vea manchada por una situación de irrespeto al Concejo Deliberante, por haber firmado a fin del año pasado el DNU mediante el que ha cedido todos los recursos durante 2015. La forma en que procedió no se condice con el discurso institucional que pregona”, fustigó Sandra Manzone. No obstante, resaltó algunos logros alcanzados durante la gestión amayista. “Su gobierno ha tenido logros importantes y que merecen ser reconocidos, como la recuperación de los espacios públicos y los programas comunitarios como el Municipio en los Barrios. Pero si hay algo que caracterizó a su gestión fue la falta de defensa a la autonomía municipal. Dice que el Pacto Social fue una herramienta de sometimiento político, pero lo suscribió durante 11 años”, arremetió Manzone.
Según el bussista Claudio Viña, el discurso del intendente fue “de cartulina”. “Fue un discurso de cartulina, de cotillón. Bastante pobre para ser la despedida de una gestión de 12 años. Nombró cinco veces las plazas que remozó y la casa belgraniana pero se olvido del tránsito, del transporte ilegal, de las motos, de los basurales y del récord nacional de baches que tiene la ciudad”, reprochó Viña.
A su turno, el alperovichista Ignacio Golobisky dijo que Amaya se contradijo. “Fue un discurso contradictorio. Por un lado culpó a la Provincia por la falta de autonomía y al final agradeció a los gobiernos nacional y provincial por el apoyo permanente. Omitió opinar sobre los basurales y los lavaderos clandestinos, los carros tracción a sangre, los baches y el caos del tránsito”, opinó.
Finalmente, el radical José Luis Avignone expresó: “Amaya se acordó tarde de la dependencia que tiene con el Poder Ejecutivo. Habla de la falta de autonomía como si recién se diera cuenta de que todo este tiempo estuvo bajo la tutela de Alperovich”.